miércoles, noviembre 14, 2007

Soltarlo...



Mientras siento tu vuelo adentro, jugando dulcemente con mi corazón, con mis venas, con cada capa de piel del estómago, comiendo y bebiendo mi cuerpo, provocando la felicidad que no había conocido nunca con tus pequeñas alitas, sueño despierta.
Entran más aves nuevas por la ventana, el pajarito de pecho rojo en busca de comida y sus amigos, grises asfalto y yo sueño. Y bajo el cielo mandarino, pollita, sol, los azules, los rojos y nube, que ya conocerás, sueño.
Sueño que estas aquí y puedo ver al fin tus pequeños ojitos, tocar esos piecitos que veo sin cansarme en los ultrasonidos, tu boquita, tu nariz. Mi rojito y mi sueño, el sueño de mi vida. Y mi única alegría.

A tu padre que ya no está solo puedo cantarle esta canción, pero confío en que tú tendrás todo su amor:

Soltarlo dejarlo ir, que vuele que encuentre su propia voz ya no me pertenece a mí, yo se lo dejo a él…
Soltarlo, al aire, dejar salir, del pecho este sentimiento que en mí murió, yo ya vi mi sol nacer y hoy vuelve a amanecer,
Volver a comenzar en la vida, mirando un cielo azul, con fe y con mi poder con todo el corazón, llevando esta canción por la vida
Soltarlo, dejarlo ir, que vuele, que encuentre su propia voz ya no me pertenece a mí yo se lo dejo a él, soltarlo al aire dejarlo ir este sentimiento que en mi murió, yo ya vi mi sol nacer y hoy vuelve a amanecer.

Soltarlo, dejarlo, que encuentre, cantando… shhh... que en mi murió…
(Claudia Gómez, Colombia)

lunes, noviembre 12, 2007

Mitos




Tantos mitos por derrumbar, que si como una paleta de hielo diario te dará pulmonía, que si no doy gusto a un antojo me llenaré de ronchas y granos. Que comer carne te hará cabezón, que un eclipse te hará rubio, que si tengo acidez tendrás mucho pelo.

Es tan divertido rojito, todas las historias del más allá que se tejen a tu alrededor y solo me queda respetar a las personas que me lo dicen una y otra vez y reírme cuando estoy a solas.

Lo que sí ocurrió es que al estar escribiendo una carta al gineco de lo que espero de nuestro parto y pedir un poco de ayuda, un pequeño colibrí entro por la ventana. Sí, entró con su vuelo veloz de colores y se posó encima de mí un buen tiempo como tratándo de vernos. Después voló por toda la casa, tocó las plantas, recorrió alguna recámara sorprendido y se fue, no sin pegarse un par de veces con los cristales, sin que me diera cuenta.

Y días antes, caminando por Gayosso una agencia funeraria, un niño vestido de vampiro me salió al paso. Al principio me reí y pensé que solo quería dulces por el día de muertos, pero nooooo quería que le echara saliva en la frente.
Pensé que se trataba de una broma, es más busqué por ahí alguna cámara escondida, pero no lo único que encontré fue a la mamá que detrás de un delantal y una cara bonachona me pidió también que llenara de saliva al niño.
Espere que mi silencio se encargara de alejarlos, pero no ahí siguieron esperando una respuesta, y cuando vi que no era broma pregunté para qué.
La señora me explicó que la saliva d las embarazadas tiene propiedades curativas, onda el cicatricure, y que por favor de una buena vez le pusiera al hijo "babas" para que se le quitaran unos cuantos granos.
Lo hice con un poco de asco y sintiendome a la vez redentora, y los dejé felices y disfrazados.

Historias locas del embarazo mi niño.