domingo, julio 16, 2006

Buscar en el insomnio


Buscar en el insomnio

--¿Estas enamorado de mí?
--Yo me enamoré a los 19… y fue muy fuerte…sólo una vez
--¿Estas enamorado de mí o no? Dime no pasa nada
--Estuve enamorado a los 19…
--Ya lo dijiste ¿me amas o no?
--Te quiero mucho…
--¿Estas enamorado de mí?
--Te quiero y me gustaría estar más enamorado… No quiero lastimarte…
Un abrazo largo, que me rompe el pecho. Un dolor que no conocía me parte en dos. Las lágrimas no son de actriz, no son forzadas, no son para manipular, son lágrimas reales, que salen con tanta facilidad, como agua. Pocas veces las he sentido, he estado tan acostumbrada a llorar, desde que era una niña en silencio o a gritos. No es difícil llorar, pero esta vez es distinto porque por ahí, por los ojos sale mi corazón y vuela como lo hizo mi cuerpo en sueños y con ingenuidad trata de entrar en los tuyos que me miran con desconcierto, con miedo, con duda. Pero me topo con una gran barrera de piedra, no encuentro señales para entrar y reboto, me duele, me parto. Ahí están mis pedazos en el suelo.

sábado, julio 08, 2006

Alberti



LOS ÁNGELES MUERTOS
Buscad, buscadlos: en el insomnio de las cañerías olvidadas, en los cauces interrumpidos por el silencio de las basuras. No lejos de los charcos incapaces de guardar una nube, unos ojos perdidos, una sortija rota o una estrella pisoteada. Porque yo los he visto: en esos escombros momentáneos que aparecen en las neblinas. Porque yo los he tocado: en el destierro de un ladrillo difunto, venido a la nada desde una torre o un carro. Nunca más allá de las chimeneas que se derrumban, ni de esas hojas tenaces que se estampan en los zapatos. En todo esto. Más en esas astillas vagabundas que se consumen sin fuego, en esas ausencias hundidas que sufren los muebles desvencijados, no a mucha distancia de los nombres y signos que se enfrían en las paredes. Buscad, buscadlos: debajo de la gota de cera que sepulta la palabra de un libro o la firma de uno de esos rincones de cartas que trae rodando el polvo. Cerca del casco perdido de una botella, de una suela extraviada en la nieve, de una navaja de afeitar abandonada al borde de un precipicio.